domingo, 2 de diciembre de 2012

Militantes del PSOE piden perdón. Más que lamentar, comprender.

En las redes sociales circula un vídeo donde militantes del PSOE piden disculpas por los errores cometidos en el pasado por los dirigentes. Es obvio que los protagonistas del vídeo no tienen nada de qué disculparse, ellos no son los que han aplicado las medidas contra la clase trabajadora y me consta que al menos alguno de los mismos (seguramente todos) así como una gran mayoría de militantes de base, desde el principio las han criticado y rechazado por activa y por pasiva. Sin embargo, si estas disculpas sirven para abrir en el seno del partido el tan necesario debate interno sobre las políticas económicas de izquierdas, bienvenidas sean y que sirvan de ejemplo a nuestros dirigentes.





Pedir perdón solo tiene sentido si lleva consigo el propósito de enmienda, para lo cual es imprescindible analizar en profundidad las causas que nos llevaron a caer en serios errores y poder así solventarlos. Es de creer que ésa es la intención con la que se elaboró el vídeo, puesto que lo contrario sería flagelarse como católico en procesión de Semana Santa. Luego, una vez obtenido el perdón por medio de la penitencia, ya estamos listos otra vez para volver a pecar, dado que si no se aprende de los errores, se está condenado a repetirlos.
 
Las políticas de recortes han pasado factura al socialismo, tanto en el estado español y en sus Comunidades Autónomas como en el resto de países de la UE donde ha existido un partido socialista en el gobierno, como es el caso del PASOK en Grecia (Espejo y guía de lo que nos ha de acaecer en un futuro inmediato si no lo remediamos.) Recientes e importantes avances hacia la  “pasokización” acabamos de presenciar en Cataluña. La diferencia parecía estar en Hollande, la gran “esperanza blanca” del socialismo europeo. Sin embargo, Hollande comenzó a hundirse en las encuestas en septiembre al anunciar nuevos recortes.  Un partido no puede y no debe llamarse socialista y al mismo tiempo obedecer a los dictados de los mercados en contra de su base electoral natural y de sus principios más elementales, pero es precisamente lo que  todos están haciendo.

Así pues, no creamos que el origen del problema está en los recortes, pues en tal caso, con no recortar, todo solucionado.- ¡Ojalá pudiéramos evitarlos! - Exclaman impotentes y entristecidos los dirigentes de izquierdas aferrados al inútil reformismo de una socialdemocracia en bancarrota. Algunos creyeron la utopía de un capitalismo de rostro humano, pero la tozuda realidad demuestra una y otra vez que el capitalismo, aunque pueda presentar múltiples caretas,  tiene un solo rostro y es más siniestro de lo que podamos imaginar.  Los recortes, la “paciencia infinita” con los bancos, el abaratamiento del despido… no son más que la punta del iceberg de un profundo proceso de desideologización, de desconexión con la realidad, de sumisión al sistema, de reprogramación de las mentes y de desmemoria.   Son síntomas de la verdadera causa del problema. 

Es posible que en época de bonanza, para la cual  aún no se vislumbra horizonte alguno, el partido pueda permitirse evitar aplicar ciertas medidas retrógradas, e incluso que pueda valerse de ciertas políticas de inversión social, pero todo ello volvería a desaparecer en la siguiente crisis, seguramente mucho más profunda.  Lo peor es que todo esto ya fue analizado, explicado y vaticinado hace mucho tiempo, de ahí lo de la desmemoria. Desempolvemos los viejos tomos del Capital, o los escritos inspirados en el marxismo de nuestro olvidado fundador Pablo Iglesias, y sabréis de qué estoy hablando.

Más allá de las lamentaciones es necesario realizar un diagnóstico completo del problema para aplicar el tratamiento adecuado. La causa de que nuestros  dirigentes se viesen “obligados” a adoptar esas medidas que tanto se critican en el vídeo estriba en el escaso margen de maniobra que nos ofrece el capitalismo cuando actuamos sin salirnos de sus límites, es decir, sin “molestar” a nadie de los que forman parte de las clases dominantes. Para evitarles dichas molestias, es necesario entonces “molestar”  a todos los demás. El problema proviene de una política reformista que intenta aplicar reformas en un sistema que ya sólo admite contrarreformas. Como conclusión, debemos enfrentarnos de una vez al sistema  capitalista. 

Desde que nuestro partido comenzase a cambiar su base ideológica, es decir, el marxismo, sustituyéndolo por el reformismo y abandonando poco a poco el objetivo de la transformación de la sociedad y la superación del capitalismo, cada vez más se han ido estrechando contactos, estableciendo alianzas, adquiriendo compromisos y deudas…  con los centros del poder financiero y empresarial. Al mismo tiempo, esto ha retroalimentado también el proceso de deriva ideológica del partido, hasta el punto de encontrarnos actualmente con una ex -ministra de vivienda que, en referencia al drama de los deshaucios y a los afectados por la hipoteca, es capaz de afirmar barbaridades como que: "El que tenga deudas que las pague. Que no se hubiera endeudado". Esta frase refleja por sí sola una gran falta de capacidad  análisis, no ya marxista, sino cualquier otro tipo de análisis, y evidencia una preocupante pérdida de contacto con las bases, con la calle y con la realidad, con el agravante de que el comentario no procede de cualquier miembro de la derechona de este país, de esos de encefalograma plano, o de una melindrosa, puritana y altiva dama burguesa que se explaya despotricando en la peluquería de señoras, sino de toda una ex -ministra “socialista”. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?  Remontémonos al congreso extraordinario del PSOE de 1979, cuyo lema “Forjando el Socialismo” no hacía justicia a lo que en realidad se estaba fraguando: El desarme ideológico.  De aquellos polvos, estos lodos.

Hemos llegado a tal punto, que nos encontramos completamente atados de pies y manos a este sistema, su lógica, sus leyes y sus exigencias. No podría ser de otra manera, una vez se ha aceptado el capitalismo como único sistema posible. Sin embargo, la lucha de la clase trabajadora, contra las clases dirigentes y la patronal, las cuales continúan exigiendo más sangre obrera (la OCDE acaba de exigir más recortes laborales y sociales en el estado español) y que en sus primeras fases es eminentemente sindical, defensiva y economicista en su intento de contrarrestar los ataques de una burguesía que intenta recuperar al alza su tasa de ganancias, inevitablemente se ha de ir transformando en una lucha política mediante el proceso molecular de toma de conciencia de clase, donde los trabajadores nos plantearemos en serio la necesidad de tomar el poder político, para lo cual, el partido ha de estar no sólo preparado, sino preparando el terreno.

Lo atascados engranajes de la maquinaria de la producción, que solamente obedecen a los intereses de una minoría de capitalistas, deben pasar a manos de la sociedad para que la economía sea gestionada en beneficio de la mayoría, que es la clase trabajadora. Esto significa socializar las palancas fundamentales de la economía para ser puestas bajo control de los trabajadores, avanzando hacia la democratización en lo económico, en lo político, en lo social y en lo cultural.  En cambio, hasta ahora no hemos hecho más que  someternos a la dictadura del capital financiero para salvar los intereses de la banca y los monopolios.

Para cambiar las cosas debemos enfrentarnos al sistema, para lo cual es imprescindible dotarse de un programa genuinamente socialista como el que en su origen caracterizaba al PSOE , que prepare y organice las fuerzas sociales necesarias y se dote de los apoyos sindicales, políticos y demás fuerzas de la izquierda y movimientos sociales,  tanto a nivel estatal como internacional.

El programa capaz de ofrecer una salida a la clase trabajadora debe  contemplar un decreto para la expropiación de los bancos privados, sin indemnización y bajo control social,  con el objetivo de concentrar todo el crédito en manos del estado para gestionarlo democráticamente entre el Gobierno, los sindicatos y los empleados de la banca. Una vez tengamos en nuestras manos los recursos financieros disponibles,  podremos crear un “BANCO PÚBLICO ESTATAL ÚNICO” con el cual poner la economía al servicio de la producción y ésta al servicio de las personas.  De hecho, en la práctica ya se está llevando a cabo la nacionalización de la banca,  sólo que al revés de cómo se debería hacer, es decir, se están poniendo los recursos públicos al servicio de los intereses del capital nacionalizando las pérdidas y privatizado  las ganancias. De lo que se trata es de darle la vuelta a la situación.

Por otro lado, para evitar que se cubran las pérdidas de las empresas privadas con dinero público, nacionalización sin indemnización de todos los especuladores que declaran pérdidas y presenten Expedientes de Regulación de Empleo, entregando esas empresas en manos de los trabajadores con apoyo financiero y técnico por parte del Estado. 

Y en cuanto al campo, expropiación de los latifundios de más de 200 Ha para realizar explotaciones en régimen cooperativo.  Todo eso apoyado con un fuerte impuesto progresivo a las grandes fortunas, expropiación de los grandes capitales que defrauden a Hacienda,... y con todos esos recursos, elaboración de un plan de choque de inversiones públicas, fuertes inversiones en sanidad y educación, de  creación de empleo digno, construcción de viviendas sociales...Y sobre todo, no perder de vista nunca los principios a los que debe aspirar todo socialista, la transformación socialista de la sociedad. O servimos al trabajador, o servimos al capital, ¿Por cuál de estos dos caminos debemos continuar para encontrar nuestra senda?

Francisco Javier
2-12-2012






jueves, 15 de noviembre de 2012

Un poco de Historia: Alfonso Guerra: "El PSOE sigue siendo marxista" (1978)


Un poco de Historia. En diciembre de 1976, en el 28 congreso del PSOE, Felipe González presenta su dimisión tas perder en su propuesta de retirar el marxismo como ideología principal del partido. Se nombró una gestora y se celebró un congreso extraordinario, donde todo tipo de maniobras políticas, que ya se comenzaron a gestar en Suresnes, hicieron que finalmente se acordara que: "...el PSOE asumía el marxismo "como un elemento teórico crítico y no dogmático, para el análisis y la transformación de la realidad social, recogiendo las distintas aportaciones, marxistas y no marxistas, que han contribuido a hacer del socialismo la gran alternativa emancipadora de nuestro pueblo y respetando plenamente las creencias personales"
¿En qué congreso se votó que el PSOE era socialdemócrata (como sinónimo de reformista) y renunciaba a la transformación de la sociedad?

http://www.elpais.com/articulo/espana/GUERRA/_ALFONSO_/PSOE/GONZALEZ_MARQUEZ/_FELIPE/ESPANA/PARTIDO_SOCIALISTA_OBRERO_ESPANOL_/PSOE/Alfonso/Guerra/PSOE/sigue/siendo/marxista/elpepiesp/19780510elpepinac_15/Tes

"Alfonso Guerra: "El PSOE sigue siendo marxista"

  • Felipe González: "Mi declaración responde a un criterio personal"

    10 MAY 1978

    Alfonso Guerra, secretario de Organización del PSOE, hizo ayer grandes esfuerzos ante la prensa para explicar, que su partido sigue siendo marxista, y que la declaración realizada por Felipe González en Barcelona ha de circunscribirse a la posibilidad de no incluir el término marxismo en la resolución del próximo congreso. La ejecutiva del PSOE celebró ayer mismo una reunión, mientras la citada declaración levantaba una notable polvareda en todos los medios políticos y originaba reacciones encontradas en el seno del socialismo, desde una resuelta aprobación hasta críticas e ironlas, según los sectores.

    Anoche, Alfonso Guerra afrontó la explicación de lo sucedido ante más de un centenar de periodistas, inicialmente convocados para otro motivo: el lanzamiento de una campaña pública de explicación sobre los valores de la democracia parlamentaria y la acción del PSOE en esta cuestión. En medio de la expectación levantada por el asunto del marxismo, los parlamentarios y militantes del PSOE tendrán que salir el próximo viernes a la calle, simultáneamente en numerosas ciudades, para repartir folletos de propaganda y hablar con los transeúntes.

    A este tema dedicó Alfonso Guerra una extensa intervención al comienzo de la rueda de prensa de ayer, que rápidamente derivó hacia la controvertida declaración. El número dos del PSOE afirmó que «nadie ha dicho en el partido que se vaya a abandonar el marxismo como factor ideológico; lo que ocurre es que ningún partido socialista de Europa se define específicamente como marxista, porque pasó la época de las sectas ideológicas; el marxisyno no es un dogma, sino un método de análisis de la realidad y de la historia, y yo he dicho en otras ocasiones que ser sólo marxista es no ser marxista, y yo desde luego soy marxista».

    -¿Pero entonces se abandona la praxis marxista?
    -Creo haber hecho un esfuerzo para decir justo lo contrario, esto es, que la praxis que mantiene el partido sigue vigente.
    -¿Manteniendo posiciones marxistas, un primer secretario del PSOE puede sentarse algún día en la Moncloa?
    -Eso tendrán que decidirlo los votos.
    -¿Qué opina del revuelo organizado en las bases del PSOE?
    -¡Ah! ¿Tienen ya información sobre esto? ¿Ya se han reunido las bases, y ya han tratado el tema? Pues entonces me felicito de estar en el partido más vivo del mundo, que en veinticuatro horas es capaz de moverse así.

    Alfonso Guerra dijo también que la declaración de Felipe González no había sido premeditada, sino la respuesta a la pregunta de un periodista sobre si cabían o no los socialdemócratas en el PSOE. «Por todo esto -dijo Guerra- no creo que estuviera enterado Tierno de que se iba a hacer esa declaración, ni ninguno de nosotros.»

    Hubo también preguntas en el sentido de si Felipe González habría hecho su declaración porque sea condición imprescindible para llegar a la Moncloa o a la presidencia de la Internacional Socialista. A la segunda cuestión contestó rotundamente que no; en cuanto, a la primera, dijo que no tendría sentido llegar a la Moncloa «a costa de abandonar a nuestras masas marxistas».

    En cuanto al posible mimetismo del PSOE respecto al PCE -ya que éste ha abandonado el leninismo, y ahora el PSOE menciona el abandono del marxismo-, respondió: «Si algo tiene de desgraciado este asunto es que pueda pensarse que socialistas y comunistas caminamos más juntos de lo que realmente caminamos». Sobre el reciente encuentro Areilza-Tiemo, dijo que había que encajarlo en la profesión de contactos que ejerce el conde de Motrico.

    En la misma rueda de prensa, Gregorio Peces-Barba aseguró que el PSOE va a defender su voto republicano al llegar a la discusión del tercer párrafo del artículo primero de la Constitución,
    Felipe González, que no estuvo presente en la rueda de prensa menciorada, había dicho a EL PAIS por la mañana -tras aceptar que su declaración había sido un bombazo informativo- que creía quela base del partido lo asumiría. «Yo lo defenderé en el congreso; ya quería haberlo ¡techo en el anterior, pero por falta de tiempo no pude dedicarme suficientemente a las ponencias.»

    Posteriormente, y en una rueda de prensa informal en el Congreso de Diputados, Felipe González precisó que el abandono del término marxismo por el PSOE es un criterio personal suyo, que no representa el parecer de la comisión ejecutiva ni del congreso del partido. Insis1iió en la idea -ya manifestada en Barcelona- de que el término marxismo no ha sido asumido desde el punto de vista social, y que no tiene especial relevancia. «Si alguien llega al PSOE y se le obliga a liacer una profesión de fe de carácter marxista, esto es limitativo.»

    Reacciones en distintos sectores

    Los dirigentes y hombres significados de las distintas corrientes del PSOE reaccionaron ayer de distinto niodo respecto al contenido de la declaración de Felipe González. Dos marxistas destacados, los señores Tierno y Gómez Llorente, declinaron hacer comentarios respecto a lo ocurrido, mientras Pablo Castellano alzó la voz más disidente con la rotunda afirmación de que «abandonar el marxismo significa abandonar el sentido revolucionario del partido de Pablo Iglesias», y que «cada uno es muy dueño de administrar sus renuncias y desviaciones, pero eso podría haberlo advertido antes de ingresar en el partido».

    Sin embargo, los hombres de la corriente más moderada, como Enrique Múgica y Luis Solana, no han ocultado su aprobación hacia la postura de Felipe González. Uno de los hombres recién incorporados del PSP, Pedro Bofill, dijo que «los términos de la declaración no deben asustar a nadie, y mientras permanezca el contenido esencial del marxismo como metodología para cambiar la sociedad, creo que sería secundario que apareciera especificado el término marxista».
    Por otra parte, anoche se reunieron todas las agrupaciones socialistas de Madrid. Una de ellas, la de Carabanchel, ha manifestado públicamente que se reafirma en «nuestro carácter rotundamente marxista, por espíritu y por tradición ideológica, refrendado en todos los congresos del PSOE». A su vez, el secretariado general del Partido Socialista de Cataluña ha puntualizado que «asume el marxismo como método de análisis y transformación de la realidad», que también aparece en el proyecto de estatutos del futuro partido de los socialistas de Cataluña (PSC-PSOE).
    En otras áreas políticas, Santiago Carrillo comentó que la declaración de Felipe González «ya se veía vertir», y que «es bueno que se clarifiquen las posiciones», y agregó: «A ver si el centro se clarifica también, situándose un poco más a la izquierda para no confundirse con la gran derecha ni con Alianza Popular.» Manuel Fraga fue el más entusiasta: «Me parece muy bien: es necesario un partido socialdemócrata, y hay que felicitar al PSOE por esta iniciativa.»

miércoles, 21 de diciembre de 2011

MANIFIESTO BASES SOCIALISTAS

En Mayo del 2011, un año después de la aplicación de las primeras medidas de austeridad dictadas por el FMI y la UE, y el correspondiente impacto e indignación sufrido por la sociedad española, y más especialmente por los socialistas de base, militantes, simpatizantes y /o simplemente votantes del partido elaboramos el siguiente manifiesto reivindicando las raíces marxistas del PSOE, por una polí­tica anticapitalista y realmente socialista.

http://www.firmasonline.com/peticion/manifiesto-bases-socialistas/376


Con motivo del 38 congreso, se creó este blog con la intención de potenciar el debate de las ideas y los principios en el seno del partido. Pasado el 38 congreso, y tras constatar que dicho debate, urgente y necesario, ha sido sustituido por parte de la dirección por los personalismos, continuaremos difundiendo y defendiendo estos cinco puntos esenciales que aquí se exponen de forma resumida:

1. La bancarrota del reformismo
La crisis capitalista actual demuestra las bancarrota de los principios y métodos reformistas. El capitalismo no nos da margen de maniobra y el reformismo nos encierra dentro de los márgenes del capitalismo

2. Nuestra memoria histórica

En el actual debate sobre la recuperación de la memoria histórica, hemos olvidado la de nuestro propio partido. La política reformista no es la que siempre ha practicado el partido ni forma parte de nuestas verdaderas raíces. El socialismo español dio un giro importante en los años de la transición, empujado también por maniobras de origen externo al partido, del cual aún hoy en día pagamos las consecuencias. Así pues, reclamamos a la dirección del partido la restitución de la memoria de su fundador, Pablo Iglesias Posse, comenzando por la digitalización íntegra de su obra y su publicación en internet con acceso gratuito para la ciudadanía. Consideramos que Pablo Iglesias no es un elemento simbólico de carácter sentimental u ornamental, sino el legado histórico que conserva toda la vigencia de su mensaje, siendo hoy más necesario que nunca, y que se podría resumir en esta frase suya: “O con unos o con otros, o con los trabajadores o con el capital"

3. Por lo recuperación del socialismo
Consideramos que El Manifiesto Fundacional del PSOE es la base ideológica con la que, durante generaciones, nos hemos identificado  la mayoría de las bases del partido y son las que se deberían retomar. "…En suma el ideal del Partido Socialista es la completa emancipación de la clase trabajadora. Es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores libres e iguales, honrados e inteligentes"

4. Llamamiento al resto de la izquierda española
Hacemos también un llamamiento a los dirigentes del resto de organizaciones de izquierdas para que antes de ofrecer como única solución a la crisis el castigo del PSOE en las urnas a cambio del voto a vuestro propio partido, penséis si sois capaces de ofrecer un auténtico programa que rompa realmente con el sistema capitalista, o de lo contrario caeréis en los mismos errores.

5 Declaración de principios

Por último, declaramos que nosotros, militantes, simpatizantes y/o votantes del PSOE y UGT, nos identificamos por múltiples motivos, incluso por raíces históricas y familiares, con la gran familia socialista. En el socialismo, los que pensamos así somos más de lo que nosotros mismos nos imaginamos. Queremos quedarnos luchando por la recuperación de nuestras siglas con todo su significado, por la recuperación del auténtico socialismo, por la emancipación de nuestra clase social y la transformación socialista de la sociedad.